Lleva al cliente de la mano

Las tiendas pueden incorporar las estrategias de sustentabilidad y responsabilidad social en sus estrategias retail para incrementar sus ventas y contribuir a un mundo mejor.

La sostenibilidad y la responsabilidad social como parte de la cultura corporativa de las empresas está extendiéndose cada vez más entre las empresas de todos los ramos y giros comerciales.

El buen diseño de tu espacio comercial combina elementos de arquitectura, comunicación visual y flujo de tráfico para lograr la mejor experiencia de compra.

Cuando el proyecto de una tienda es ideal, tus productos se venderán casi como por arte de magia ya que tus clientes realizarán compras por impulso, bien dirigidos por elementos casi imperceptibles.

Este es el propósito de un buen diseño, no sólo se trata de que la tienda y los productos se vean bien, sino que la misma estética se convierta en funcional y literalmente lleve a los clientes de la mano hacia donde tú quieres llevarlos: donde están tus productos estrella, tus lanzamientos o tus ofertas.

Los arquitectos de interiores expertos en retail saben muy bien que cada espacio de tu tienda tiene una función especial y los aprovechan al máximo. Aquí te compartimos algunas de sus mejores estrategias con las que logran llevar a los clientes justo a los espacios que más ventas producirán.

Los colores 

Algo tan sencillo como un color puede crear atmósferas que hagan sentir a un comprador bienvenido, relajado y hasta estimulado para comprar. En general se usa un pantone basado en dos tipos de colores: los primarios-neutrales que constituyen el 80% de la decoración y apuntan a generar una atmósfera relajada; y los colores secundarios-más audaces, que se usan para destacar espacios y llamar la atención.

Líneas de compra

Es el área en la que se encuentra distribuida cada categoría en el piso de venta, requiere de un mapa de señalamientos y accesorios para cada categoría, y permite visibilidad y espacio de compra.

Área de transición

Un buen diseño incluye un espacio de entre dos y cuatro metros cuadrados justo a la entrada de la tienda. El tamaño dependerá de la extensión de tu tienda, pero la intención es darles a los compradores la posibilidad de dejar el mundo exterior (incluido el estacionamiento) afuera y sumergirse en tu mundo.

Es el punto de enganche en donde el cliente tiene el primer contacto con el espacio de venta y le crea un espacio o ruta a seguir, hasta llevarlo al punto focal que se integra por mobiliario, gráficos y/o maniquíes.

Gira a la derecha

En general, las personas tienen una tendencia a girar a la derecha cuando entran a una tienda y luego moverse en el sentido contrario a las manecillas del reloj, así que el área directamente a la derecha es una zona ideal para colocar los productos de mayor venta. Además de desarrollar tus circulaciones partiendo de esta teoría.

Primer muro a la derecha

También en la zona de primer acceso, este muro es otra área clave en tu tienda donde debes esforzarte por mostrar lo mejor de tus productos, crear historias con productos estrella, etc. Por cierto, todos los muros que destaquen de tu espacio pueden aprovecharse de la misma manera, aunque sean zonas frías. Y a esto le llamaríamos perímetros focales.

El diseño ideal

Más que tratar de adoptar un diseño que te gustó, lo mejor es asesorarte con un experto quien primero estudiará la forma y tamaño de tu espacio para lograr la máxima exposición de tus productos y asegurar el mejor flujo del tráfico dentro de los espacios. La creación de un planograma que represente de manera gráfica cómo debe ser colocado el producto es vital para zonificar el perímetro.

Existen tres diseños básicos. El diseño de cuadrícula (como de supermercado), el diseño tipo circuito (como de una tienda departamental) y el diseño de flujo libre que permite más creatividad, ideal para tiendas especializadas.

Islas de productos

Justo después del área de transición es donde se ubican estas islas con muestras de algunos de los mejores productos en venta. La idea es llamar la atención del comprador y estimularlo a visitar las áreas de la tienda donde hay más productos similares por medio de gráficos y señalización.

La caja, el último punto de contacto

Además de ofrecer a los compradores un espacio cómodo para terminar su experiencia de compra, este es el último espacio ideal para mostrar productos de adquisición por impulso, que por lo regular son de rango de bajo costo por lo que casi ningún comprador se resiste.